Si le mencionas a alguien el nombre de Hideo Kojima directamente
lo asociará a Metal Gear, no en vano ha dedicado gran parte de su carrera a su
desarrollo convirtiéndose en una conocida y aclamada saga en cualquier parte del planeta. Sin embargo su vida personal u otros de sus trabajos son menos conocidos
por el público en general, pero conociéndolos podemos comprobar que la vida y obra de
Hideo Kojima se encuentra estrechamente relacionada. Por ello he decidido dar un
poco de luz al asunto hablando de una de las personalidades más importantes de la industria
de los videojuegos para que quizás así la próxima vez que disfrutéis de su creación sea desde un
punto de vista diferente y más cercano a su creador. Bienvenidos al mundo de
Hideo Kojima.
Hideo Kojima nació en Setagaya (Tokyo) un 24 de agosto de
1963 y a los tres años se mudó a Kobe. Conoció el significado de la soledad muy
temprano ya que cada vez que llegaba del colegio encontraba la casa vacía por lo que se
refugió en el mundo de la televisión. Tomó la costumbre de ver cualquier
película o programa que emitiesen para no sentirse solo, una costumbre que sigue
manteniendo hoy en día ya que cuando viaja y llega a un hotel lo primero que
hace es encender la televisión para afrontar la sensación de soledad. "Mis padres me forzaron a ver
televisión ya que no tenían tiempo para mí. Veía todo de manera obsesiva:
entretenimiento, programas de cocina, documentales de naturaleza, series
animadas, el tema daba igual".
Muy temprano quiso dedicarse al arte y la ilustración. La sociedad japonesa opinaba que no
se trataba de un trabajo para tomarse en serio y como ejemplo cercano tenía a
su tío, un artista con problemas económicos. "La creencia en Japón en aquel momento era que los buenos colegios
y la correcta educación te llevaban a una vida tranquila con trabajos bien
pagados. Ese era el ideal japonés, algo que tenía sus consecuencias para todo
aquel que no seguía la corriente".
Al no poder expresarse artísticamente por medio de la
ilustración pasó a hacerlo escribiendo historias cortas de ciencia ficción o policíacas que mandaba a revistas especializadas para su publicación.
Ninguna vio la luz y no por falta de calidad sino por su enorme extensión
que llegaba hasta cuadruplicar el número máximo de páginas permitidas. Esto le llevó a buscar otras formas de de dar rienda suelta a su creatividad y comenzó a grabar películas caseras con la cámara de 8 mm de
un amigo.
Esta experiencia le empujó a querer probar suerte en el mundo del cine. Al igual que como ilustrador o novelista su
familia seguía oponiéndose con la intención de que se dedicase a otra cosa con mejor futuro y querían que, al igual que sus
amigos de entonces, se centrase únicamente en los estudios.
“Mi familia nunca entendió mis ambiciones. Lo
sabía en el fondo de mí, así que no compartí todos mis sueños y deseos
creativos. Mis amigos pasaban todo su tiempo estudiando. Teníamos una banda de
pop, pero era sólo un hobby. Ellos no tenían el sueño de ser autosuficientes
con el trabajo creativo, fuese música o cine".
Sin abandonar su sueño de ser cineasta comenzó a estudiar economía
en la universidad. Su tiempo libre lo dedicaba a jugar a videojuegos en la
habitación que compartía con varios estudiantes y fueron estos los primeros
sorprendidos cuando un día les confesó que abandonaba su intención de trabajar en
el cine para querer dedicarse por entero al mundo de los videojuegos con la creencia de que le
resultaría más satisfactorio. Si la sociedad japonesa calificaba de algo poco serio sus
empresas anteriores mejor no hablar de esta. Su familia y amigos se llevaron las manos a la cabeza e intentaron hacerle recapacitar pero no desistió. Comenzó a mandar insistentemente a todas las empresas de videojuegos sus ideas y diseños pero fueron sistemáticamente rechazados hasta que
finalmente fue contratado por Konami.
Su primer puesto de trabajo no era el que había soñado pero
tampoco empezó nada mal siendo nombrado Director Asistente del juego Penguin
Adventure (secuela de Artantic Adventure para MSX). Hay que mencionar aquí que
en la época no se requería de una vasta experiencia para un puesto de cierta
responsabilidad como este ya que el sector estaba todavía dando sus primeros
pasos y prácticamente nadie la tenía.
A pesar de su decepción inicial con el puesto designado, e incluso pensando en abandonar la compañía, llevó
a cabo su tarea mejorando y ampliando todos los aspectos de su predecesor. Pero Kojima no se conformaba con hacer juegos por encargo, él aspiraba a desarrollar los suyos propios. Su
paciencia y dedicación parecía recibir sus frutos cuando se encargó de desarrollar su primer juego propio llamado Lost Warld, pero antes de su finalización sus superiores decidieron cancelarlo.
Kojima no cesó en su empeño y un proyecto comenzaba a tomar
forma en su mente. "¡Presenté un
montón de ideas! Mi mesa estaba llena de papeles y borradores. Estaba tan
estresado que apenas iba al baño. Trabajaba mucho, de mañana a noche. Mis
compañeros se preocupaban con mi fuerza obsesiva, pero nunca les presté
atención. Después del día me sentía agotado, pero por la noche soñaba con el
proyecto, y me venían nuevas ideas y al día siguiente tenía nuevas visiones.
Entonces uno de los jefes se acercó y me dijo: ‘Ok, Kojima, tranquilo, tenemos
un nuevo proyecto para ti’".
Hideo Kojima recibe luz verde para desarrollar
Metal Gear.
Nakaero,
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