Con el inminente lanzamiento del esperado The Last of Us y
tras la aclamada serie de Uncharted, Naughty Dog está en boca de todos, por
ello he querido dedicar esta entrada a uno de sus juegos más conocidos, el
primer Crash Bandicoot.
Antes de empezar quería aclarar que, al contrario de lo que
muchos piensan, Crash Bandicoot no es la primera creación de la empresa. Esta
fue fundada por Andy Gavin y Jason Rubin en 1986 con el nombre de JAM y no fue
hasta su estreno en la primera PlayStation y con la publicación de este juego
cuando decidieron cambiar su nombre y pasar a llamarse definitivamente Naughty
Dog.
Pongámonos en situación, es el año 1996 y Sony no ha hecho más
que empezar su andadura en el mercado de las videoconsolas domésticas con la ya
mítica PlayStation, un mercado dominado por dos grandes pesos pesados, SEGA y
Nintendo. Ambas compañías tenían una mascota que las representaban y las hacían fácilmente reconocibles por el
público, ni que decir que estamos hablando de Sonic y Mario. El dato curioso es
que Crash fue concebido en un primer momento con el propósito de ser el buque
insignia de la videoconsola de Sony, algo que finalmente no ocurrió al quedarse
Universal Interactive Studios con los derechos y convertir la saga en
multiplataforma.
Crash Bandicoot sale al mercado el 31 de agosto de 1996 y se convierte en el primer éxito instantáneo de PlayStation con 6.800.000 copias vendidas.
Si todavía existe alguien que no conozca de que juego estamos
hablando, Crash Bandicoot es un juego de plataformas 3D tan simple como
efectivo y en el que cabe destacar su gran dinamismo. Simplemente tienes que
avanzar sorteando todo tipo de obstáculos, sin caminos que escoger o puzles que
resolver, recolectando manzanas y con las ya míticas mascaras Aku Aku en forma
de Power Up. Una fórmula ágil que termina enganchando a cualquiera
independientemente de su experiencia con los videojuegos.
En mi opinión, no deja de sorprenderme lo bien que se sigue
conservando este juego a día de hoy. Su mecánica sigue igual de fresca que el
primer día y gráficamente, comparado con otros juegos lanzados incluso a
posteriori en la misma plataforma, parece no haber envejecido manteniendo ese
estilo visual propio que lo hace tan reconocible.
Es curioso como un personaje como Crash, con una
personalidad tonta según sus creadores, impulsivo y alocado, con un diseño tan simple que apenas tiene
texturas (esta realizado con polígonos sombreados) y que nos brinda su silencio
al no pronunciar una sola palabra en toda la aventura ha conseguido ganarse un
rincón en la memoria de tantos jugadores en todo el mundo.
En la época que vivimos actualmente, en la que tanto la
industria como el público parece solo interesarse en obras con grandes alardes
gráficos o historias dignas de una superproducción Hollywoodiense funcionando
con clonadas mecánicas, creo que es el momento de volver la vista atrás y ver juegos
como Crash Bandicoot que con su apartado gráfico correcto, una historia de lo más
sencilla y una mecánica simple ¿Qué le queda? La diversión que proporciona al
jugador, y eso creo que es al fin y al cabo la esencia de un videojuego, una
esencia que ha sido eclipsada en pos de otros factores menos importantes.
¿Cuándo hemos perdido el rumbo? No sabría decirlo con
certeza, pero viendo el panorama actual cada vez vuelvo la vista atrás con más
frecuencia. Por ello es para mí un placer poder escribir en este blog y redescubrir
estas joyas que a pesar del paso del tiempo no han dejado de brillar.
Nakaero,
No hay comentarios:
Publicar un comentario